Al comprar un auto, el IVA afecta directamente el precio. Conoce cómo se aplica el IVA en autos nuevos y usados, y por qué comprar un vehículo de segunda mano es una opción más económica.
Cuando decides comprar un auto, una de las primeras consideraciones es el precio. Sin embargo, lo que muchos no tienen en cuenta es cómo el IVA afecta ese valor final. Este impuesto varía si compras un auto nuevo o usado, lo que puede hacer una gran diferencia en tu presupuesto.
Conocer cómo se aplica el IVA en cada caso te ayudará a tomar una decisión más informada y, en muchos casos, te permitirá ahorrar considerablemente. A continuación, responderemos las preguntas más frecuentes sobre la influencia del IVA en la compra de autos y cómo puedes ahorrar al elegir un vehículo usado.
El IVA (Impuesto al Valor Agregado) es un tributo que se aplica a la venta de bienes y servicios en muchos países, incluido Chile. En términos sencillos, el IVA es un porcentaje del valor del bien o servicio que se suma al precio bruto. En el caso de los autos, este impuesto tiene un impacto directo en el precio que finalmente debes pagar, ya sea por un vehículo nuevo o usado.
El IVA en Chile es del 19%, y se aplica sobre el valor bruto del vehículo. Esto significa que cuando compras un auto nuevo, debes sumar este porcentaje al precio base del vehículo. Para los autos usados, aunque también se aplica un impuesto, la tasa es significativamente más baja, lo que hace que la compra de un vehículo de segunda mano sea mucho más asequible en términos de impuestos.
Cuando compras un auto nuevo, el 19% de IVA se aplica al valor bruto del vehículo. Esto se traduce en un incremento considerable en el precio final. Por ejemplo, si el precio bruto de un auto es $10.000.000, el IVA que se sumará será de $1.900.000, lo que resulta en un precio total de $11.900.000.
Este 19% puede representar una cantidad significativa cuando se trata de vehículos más caros, lo que hace que el costo de adquirir un auto nuevo sea mucho más alto. Las concesionarias suelen anunciar los precios sin IVA para atraer a los clientes, pero siempre debes tener en cuenta este impuesto a la hora de calcular el costo total.
A diferencia de los autos nuevos, en el caso de la compra de vehículos usados, el impuesto no es el IVA del 19%. En su lugar, se aplica una tasa del 1.5%, que se calcula sobre el mayor valor entre el precio de venta y la tasación fiscal del auto. Este porcentaje considerablemente más bajo hace que la compra de un auto usado sea mucho más asequible en términos fiscales.
Supongamos que compras un auto hatchback usado Suzuki Baleno 2020 por $10.000.000 y su tasación fiscal es de $8.902.627. En este caso, el impuesto se aplicará sobre el valor más alto, que es el precio de compra, es decir, $10.000.000. Con una tasa del 1.5%, el impuesto que pagarás será de $150.000. Este monto es considerablemente menor que el IVA de un auto nuevo, lo que hace que la compra de un vehículo usado sea mucho más atractiva desde un punto de vista económico.
El principal beneficio de optar por un vehículo usado es el ahorro en impuestos. No tendrás que pagar el 19% de IVA que se aplica a los autos nuevos, sino el 1.5% sobre el mayor valor entre el precio de venta y la tasación fiscal. Este ahorro puede ser bastante significativo, especialmente si consideras que además el precio de un auto usado ya ha sufrido depreciación, lo que reduce aún más su costo total.
Si comparamos el impuesto entre un auto nuevo y uno usado, la diferencia es notable. En el caso de un auto nuevo con un valor bruto de $10.000.000, el IVA que pagarás será de $1.900.000, resultando en un precio total de $11.900.000. Por otro lado, si compras un auto usado por el mismo valor de $10.000.000, el impuesto será sólo de $150.000.
Esto significa que al comprar un auto usado en lugar de uno nuevo, estarías ahorrando $1.750.000 sólo en impuestos. Esta diferencia significativa es una de las principales razones por las que muchos compradores optan por vehículos seminuevos, ya que no sólo evitan el alto pago de impuestos, sino que también aprovechan la depreciación inicial del vehículo, lo que reduce aún más el costo total.
Otro punto a favor es que los autos usados, dependiendo de su antigüedad y estado, suelen ser opciones más económicas en general. Si bien es posible que un auto nuevo venga con las últimas innovaciones tecnológicas y garantía del fabricante, la realidad es que los vehículos comienzan a depreciarse desde el momento en que salen del concesionario. Optar por un auto de segunda mano puede ser una excelente opción si estás buscando reducir costos tanto en el precio de compra como en el impuesto asociado.
El cálculo del impuesto en un auto usado es sencillo y se realiza al momento de realizar la transferencia de dominio del vehículo. En este caso, el impuesto se aplicará sobre el valor más alto, que es el precio de compra, con una tasa del 1.5%.
Este monto es significativamente menor que el IVA de un auto nuevo, y es una de las razones por las que muchas personas optan por vehículos usados, ya que no sólo pagan menos impuestos, sino que también evitan la depreciación inicial.
En algunos casos, las empresas pueden recuperar el IVA en la compra de vehículos nuevos si estos se utilizan como activos para generar ingresos. Sin embargo, este beneficio está reservado para empresas y no aplica a la compra personal de un auto nuevo.
Para muchos compradores, el IVA es un factor determinante, especialmente cuando se comparan los costos entre un auto nuevo y uno usado. Aunque el IVA se incluye como parte del financiamiento en la compra de autos nuevos, pagar un 19% adicional puede ser un gasto considerable que muchos preferirían evitar.
En este contexto, la compra de un vehículo usado se presenta como una opción más económica. Además de evitar el pago de un IVA tan elevado, los autos usados suelen tener precios más bajos en general, lo que representa un ahorro significativo para el comprador.
Si estás buscando reducir costos, la compra de un vehículo usado es una opción mucho más atractiva.
El IVA tiene un impacto directo en el precio final de los autos, siendo mucho más alto en vehículos nuevos que en usados. Por esta razón, optar por un auto de segunda mano no sólo te permitirá ahorrar en el valor del vehículo, sino también en el impuesto.
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